Siempre disfrutamos cada una de las visitas que recibimos, pero cuando se trata de un Bullmastiff nacido en casa la alegría es doble. Creo que este punto es comprensible y entendido por todos, son muchas horas agradables las que pasamos con cada uno de nuestros cachorros antes de que abandonen el hogar que los vio nacer y, por este motivo, ver su posterior crecimiento y excelentes cuidados, nos llena de satisfacción y un placer que difícilmente son explicables con palabras.
En esta ocasión la visita a sido, si se puede decir así, interesada... Ya que Jorge a decidido poner en su vida un nuevo Bullmastiff. En esta ocasión se trata de una hembra de nuestra ultima camada, esta será de color atigrado, ya que a Jorge le hacia ilusión disfrutar, también, este color. Pasamos toda la tarde entre dos mundos... Yo centrado en las cualidades de Elegant Sir y Jorge abrazando y besando su nueva cachorra. La parte amarga fue la despedida... Jorge se quedo con más ganas de cachorra y yo de Elegant Sir.